Itzel Yazmin Méndez Hernández
Lic. en Comunicación
Para mí eres y serás un desconocido que jamás le hablaría. Pero un día lluvioso, sin sol, me sentí segura de hablarte, pero no lo hice, el primer día me sentí con nervios y esos nervios se convirtió en pequeños sentimientos por ti
El primer hola que me enviaste en aquel día tan nublado, donde las últimas hojas de los árboles comenzaron a caer por el fuerte viento, me sentí sin alma y sin aliento para responder.
El segundo hola que nos enviamos en aquel día lluvioso, comenzamos a sonreír y a platicar y para la despedida, nos dimos aquel beso de bajo de un árbol lleno de flores amarillas.
El tercer hola fue la despedida de aquel romance fantasioso que he tenido contigo tus besos, tu voz y tu rostro ya no era lo más importante, sino que desperté sin recuerdos tuyos que jamás había tenido.