Sueño
Roxally Guzmán de los Santos / Lic. en Comunicación
Con cada abrazo tuyo puedo sentir el latido de tu corazón, también sentirme tranquila, protegida y llena de paz.
Siempre que te veía y salía corriendo a tus brazos para sentir tu calor y el latido de tu corazón, sentir ese abrazo cálido, ese abrazo que sentía que me protegías de todo.
Pero cuando se acerca la noche tengo miedo de cerrar los ojos porque siento que te vas a ir sin que me digas nada, pero de ahí solo recuerdo respirar profundo, tranquilizar mi ansiedad y olvidarme de todo.
Porque sé que vas estar ahí cuando despierte, diciendo “Buenos días hijita hermosa” con un abrazo cálido.
Desayunando toda la familia junta, platicando de cada momento felices, escuchando la radio o nuestras risas.
Pero cada día te miro y no me imagino un día sin que falte tu risa, abrazos e historias que cuentas cada comida o en los tiempos libres.
Había momentos que nos daban ganas bailar cada vez que estábamos aburridas al igual que cantar y cocinar juntas.
Cuando llega la noche me abrazas como si no hubiera un mañana, pero de ahí desperté y todo era un sueño.
Me di cuenta que tú ya no estabas, tu ropa y tus cosas ya no estaban, lo único que estaba era nuestras fotos, recuerdos, tu última mirada, abrazo y palabras, pero me di cuenta que solo viniste a mis sueños a visitarme y a despedirte de mí por última vez.
Solo me viniste a decir lo mucho que me amaste, me quisiste, me recordaste que tengo que vivir la vida a mi manera, me recordaste la niña alegre que era de pequeña, pero ahora solo miro al cielo y me pregunto:
¿Si algún día volverás a visitarme en mis sueños?