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  • Reportajes XXI

    Por: Itzayana Guadalupe Torres Ruiz

    En la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, había mucho interés por parte de los periodistas empíricos en profesionalizar sus trabajos, la directora, en ese entonces, la Dra. Lilia González convocó al Dr. Sarelly Martínez para que diera forma a esa idea, así es como nació la carrera en Ciencias de la Comunicación, en septiembre de 1993.

     Este 2023, la Licenciatura en Comunicación está cumpliendo 30 años de estar vigente en nuestra universidad y durante ese tiempo ha visto egresar a una gran cantidad de comunicadores y comunicadoras.  

    En primer lugar, se buscó el apoyo de la Universidad Autónoma de México y se logró un convenio en el que los docentes vinieran desde la Ciudad de México a dar las clases ysalieran con un título de esa Universidad tan prestigiosa.  “El 11 de octubre de 1997, egresó la primera y única generación, siendo en total 31 graduados, ejerciendo todos como periodistas de la universidad Autónoma de Chiapas.

    El coordinador actual de la carrera hoy Comunicación, el Dr. Moisés Emmanuel Trujillo Zozaya manifestó que desde sus inicios se ha intentado proporcionar los conocimientos previos al alumnado para que obtengan mayores líneas de especialización, y de esta manera se encuentren a la vanguardia de los cambios actuales. A pesar de que, años atrás se vivía el problema de un desproporcionado número de medios impresos y radio, donde la mayoría solo se dedicaba a reiterar información oficial y debido al número de medios impresos que existía en Tuxtla Gutiérrez, se le denominó “La capital del periodismo”, por esta razón, numerosos sectores sociales exigieron su profesionalización.

    Por tanto, la Facultad de Humanidades Campus VI de la Unach en Tuxtla Gutiérrez, implementó el proyecto denominado “Profesionalización de los Trabajadores de la Comunicación “, que constaba de talleres de periodismo, seminario de titulación y becas de Licenciatura y Maestría.  En esas fechas, la Unach no contaba con los recursos humanos para lograr tal fin, fue entonces que en 1992 firmó un convenio con la UNAM, para que a través del Sistema de Universidad Abierta (SUA), se impartiera la Licenciatura en Comunicación.  

    Actualmente, la carrera ha obtenido resultados positivos, pues un gran número de sus egresados se encuentran trabajando en lugares prestigiosos y son líderes de opinión, además, se cuenta con una planta docente altamente capacitada, con mejor infraestructura, con egresados insertados exitosamente en el campo de la comunicación y entusiastas estudiantes que llegan a nuestra facultad para cumplir sus metas profesionales. 

    Pese a estos años transcurridos, el periodismo sigue siendo una de las áreas que más demandan los estudiantes, como también la mercadotecnia, publicidad y relaciones públicas, la comunicación educativa, la comunicación con enfoque de género y la comunicación para el cambio social. 

    Por su parte, algunos de las y los profesores encuestados, señalaron que al inicio de la carrera se presentaron dificultades como la falta de profesores y deficiencias de infraestructura, que gracias a un trabajo organizado han ido mejorando con los años, además, se rescata el apoyo de rectoría al inicio de la Licenciatura y de los profesores que aun en la actualidad se encuentran laborando como docentes en las distintas áreas que ofrece la licenciatura. Entre ellos, el profesor Sarelly Martínez Mendoza, quien fue el encargado de llevar a cabo el plan de estudios para la Licenciatura en ciencias de la comunicación, la profesora Carmen Marín Levario quien fue unas de las fundadoras docentes en la carrera.

    A lo largo de estos 30 años de la licenciatura han existido distintos cambios importantes dentro de la carrera uno de ellos lo conforman su plan de estudio, el cual se ha ido modernizando junto con su alumnado, permitiendo que estos tengan la posibilidad de aventajar con materias pertenecientes a semestres superiores, permitiendo que su alumnado tenga un mayor campo de conocimientos y poseer una comunidad estudiantil que participe de manera uniforme. De esa manera, en la licenciatura en Ciencias de la Comunicación dejó de ser tal y se convirtió en Licenciatura en Comunicación, cuyo diseño del nuevo plan llevó algo de tiempo porque se escucharon todas las voces: la de los profesores, de los estudiantes, de los empleadores y de los especialistas.  

    El resultado fue un plan de estudios flexible que se ajusta a las necesidades surgidas en cada momento y al escenario tan cambiante y desafiante como el que vivimos en este siglo XXI. La columna vertebral de formación se mantiene, porque tampoco se desdibuja el campo de estudio de la comunicación, pero se brindan herramientas para el ejercicio profesional en la elaboración de mensajes. En la actualidad los índices de titulación son del 70 por ciento, una cifra que está por encima del 59 por ciento a nivel nacional y podría decirse que cumple con todos los estándares de calidad, ya que cuenta con acreditaciones por el organismo ACCECISO (Asociación para la Acreditación y Certificación en Ciencias Sociales) 

    Por todas estas razones, este cumpleaños número 30 de la existencia de la Carrera en Comunicación no puede pasar desapercibido. Así lo explica la encargada de la Dirección, Dra. María Eugenia Díaz de la Cruz, “Para esta celebración se tiene contemplado el retorno del Comunicom –una actividad propia de la licenciatura donde se exponen los mejores trabajos que se hacen en las diferentes materias – Así como un reencuentro de egresados de la segunda generación y actividades artísticas, culturales, deportivas y de recreación que se realizan en la última semana de clases, en el mes de noviembre”. 

     

    Por: Carlos Hugo García Guzmán

    Encargado del Colectivo LGBTIQ+ Humanidades

    La violencia que existe ante la diversidad sexual en las universidades es una realidad que afecta a estudiantes que sufren discriminación, acoso y agresiones por su orientación sexual o identidad de género. Esta violencia se sustenta en el patriarcado capitalista, un sistema que impone una visión heteronormativa y binaria de la sexualidad, que privilegia a los hombres sobre las mujeres y que explota a las personas más vulnerables. El patriarcado capitalista genera desigualdades sociales, económicas y políticas que limitan las oportunidades y los derechos de las personas que no se ajustan a sus normas. Además, fomenta una cultura machista, homofóbica y transfóbica qué legítima la violencia y el odio hacia la diversidad sexual.

    Es necesario visibilizar y denunciar esta situación, así como promover políticas que fomenten el respeto y la inclusión ante la diversidad sexual en las universidades. Para ello, se requiere de una educación sexual integral, que aborde la sexualidad desde una perspectiva de derechos humanos, que reconozca la diversidad de identidades y expresiones sexuales y que prevenga la violencia de género. También se necesita de una legislación que proteja a las personas LGBTIQ+ de la discriminación y la violencia, que garantice su acceso a la salud, la educación, el trabajo y la participación social. Y se debe impulsar una transformación cultural, que cuestione los estereotipos y prejuicios que generan exclusión y sufrimiento, que valore la diversidad como una riqueza humana y que fomente una convivencia pacífica y solidaria.

    A 45 años del aniversario de la facultad de Humanidades C-VI de la Universidad Autónoma de Chiapas, por primera vez se celebró en el marco del 17 de mayo, Día Internacional contra la Fobia LGBTIQ+, un evento con duración de 3 días, que contó con el apoyo de la encargada de Dirección María Eugenia de la Cruz y la encargada de Comisión de Género Marisol Pérez López, y junto con el Dr. Enrique Paniagua Molina director de la secretaria de Inclusión Social y Diversidad Cultural (SIS y DIC), se llevaron a cabo diversas actividades en la que las y los estudiantes de la institución pudieron participar en conversatorios, atención médica especializada en la educación sexual y eventos de diversidad sexual que marcan el inicio de un cambio para toda la comunidad. 

    La Universidad Autónoma de Chiapas provee al estudiantado un espacio de género elemental dentro de cada facultad En la facultad de Humanidades, la unidad de comisión de género se encuentra en el edificio I del C-VI, y tiene como principal objetivo desarrollar acciones que permitan prevenir y atender adecuadamente toda manifestación de cualquier tipo de violencia, hostigamiento y acoso en contra de las y los integrantes de la comunidad universitaria, garantizando su integridad con base en el respeto irrestricto de los derechos humanos.

    El colectivo LGBTIQ+ de la Facultad de Humanidades se formó con el principal objetivo de promover el respeto, la inclusión y la diversidad sexual en el ámbito académico y social. Este colectivo busca visibilizar las problemáticas, demandas y derechos de las personas que pertenecen a la comunidad LGBTIQ+, así como generar espacios de diálogo, reflexión y sensibilización sobre las distintas formas de expresión e identidad de género y orientación sexual. El colectivo también pretende contribuir a la formación de una cultura de paz, tolerancia y no discriminación, basada en el reconocimiento y la valoración de la diversidad humana.

    La reproducción de violencia en cuestiones de género e identidad es un problema que afecta a diversos grupos sociales, al ser la universidad un espacio creado para pensar, analizar y crecer profesionalmente; sin embargo, muchas de las instituciones de educación superior siguen presentando un sistema de patriarcado capitalista donde existe notoriamente la diferencia y preferencia hacia el hombre cisgénero heterosexual, excluyendo a las mujeres, hombres y personas no binarias de la comunidad LGBTIQ+, quienes sentimos que no se realizan las actividades suficientes para que formemos profesionales que en la sociedad sean personas con tolerancia, capaces de convivir sin importar la manera en la que cada quien viva y exprese su género, identidad sexual y la orientación sexual. 

    El sistema capitalista ha establecido culturalmente la idea de que el poder lo debe poseer un hombre blanco heterosexual cisgénero dominante; sin embargo, la idea se vuelve absurda, ya que en nuestro país en la cual la mayor cantidad de población proviene de diversos grupos sociales, en sociedad, lo funcional aún es el sistema que promueve discriminación. El machismo y sexismo en los hombres es una conducta muy normalizada; si un hombre hace algo se le celebra, si una mujer lo hace se le señala. La crítica solo la reservan para las mujeres, y desvalorizan su esfuerzo. La discriminación, la violencia, el acoso, la falta de oportunidades y la invisibilización de sus aportes son algunas de las formas en que el patriarcado oprime y excluye a las mujeres. Para cambiar esta situación, es necesario promover una cultura de igualdad, respeto y diversidad que reconozca y valore las capacidades y derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida.