Jorge Luis Viveros Caballero
Lic. en Comunicación
Cuando miras el alba de la mañana, yo veo el brillo que hay en tus ojos cuando caminas en direcciones contrarias,
El cantar de tus latidos siempre sigue a mis oídos
Realmente, ¿qué es lo que me hace
estar aquí?
Pensando en alguien como un sueño sin
anhelo caminado por lugares sobre un
mundo paralelo. Sin esperanza alguna
donde ya nada es eterno.
Sé que es tu autenticidad lo que me atrapó
y aunque no lo acepto bajo tu mirada,
sé que yo estoy. Quizás al hablar fue
el peculiar ruido de tus labios o quizás
el sonrojar de tu sonrisa que das a diario.
Irónicamente, he exclamado aquí mi versión.
Pero eso no significa que es mi oposición que, aunque en vientos y señales,
existe la melancolía.
Aun así, no dejo de ver
la calidez de tu bonhomía.
Intento decirte algo con estas hermosas
palabras, pero mi mente hoy viaja devuelta en las andadas.
Aunque tú sin importar
la cris-is sobrepasabas sin dejar tu esencia
y el lado que todos amaban.