Elipsis
La consciencia de quererte es abrumadora.
Indagar en ingenuos sentimientos es herir un afán de ambición. Lo inexorable de sentirte intensamente y no permanecer.
Descubrir el anhelo de la mundanidad se vuelve frustrante. Lo ordinario no encaja con nosotros.
Porque el amor es lo que hay y lo que limita.
Porque tu estar es incierto.
Y entre caminos de juicios andamos; sin rostros por reconocer. Mi sol, mi maravilla.
Cielos de pintura adornan mis ojos.
Un futuro ensordecedor que nos negamos a hablar.
Silencios sin confesiones que marchiten el alma.
Miradas que disparan esperanza, y por ella náufrago.
Sin culpables de por medio, solo química.
El ser y lo que debería disputan.
Sentimientos atrapados, labios que callan muchedumbres. Letras, palabras y versos que yacen en lo desconocido.
Vives entre líneas, y entre ellas plasmó el concepto de tu existir. Y aunque seas mío, la traslación vive entre nosotros.
Uno que otro día la melancolía se siente más vigorosa de mi lado. El sentido de pertenecer es ocasional.
Como cada época del año.
Porque es lo que es, y a veces me siento como el equinoccio de otoño. Marchita y vestida de ocre.
El raciocinio de vez en cuando regresa a casa.
Y es cruel.
Luisa Fernanda Lopez Chandomi