Martha Pricila Aguilar Castellanos
Licenciatura en Comunicación
En aquella habitación azul, me acordé de ti,
fue una sombra la que me pasmó y me trajo hasta aquí.
Llegué temerosa, pensando que me perdería,
sin saber que con verte, tan solo me encontraría.
Vida mía, qué tragedia,
la dependencia nunca es buena,
y mira que te lo digo yo,
que he sido más dependiente de mis miserias.
Miserias que me arrastran a la oscuridad
de tus ojos que penetran mi alma
y me hacen tocar fondo.
Me estoy perdiendo en la gran inmensidad
de mi propia oscuridad.
Que absurdo pensar que podía llegar más allá.
Ya no soy feliz, ya no siento nada,
que gran error enamorarme de tu mirada.