Lizeth L. Martínez
Lengua y literatura hispanoamericanas
Aún recuerdo cuando en enero prometí
regresar pidiendo por favor
que me esperaras.
Febrero llegó y alas doradas
de ángel salieron de tu lomo
llevándote lejos de mí.
No cumplí mi promesa.
En mayo regresé.
Encontré mi corazón vacío
y tres iguales a ti.
Ahora, ya no hay orejas de avión
en la casa.
La almohada está sola,
ya no tiene dueño.
Los bebés se convirtieron en huérfanos
y yo me quedé sin ti.
En la siguiente vida te encontraré y seremos felices.