Cuentos - Edición XV

 

Dulce María Trejo Ramos

Licenciatura en Lengue y Literatura Hispanoamericanas

Llego junto a ti, te veo, pero tú ya no me ves, te hablo y no respondes, salgo de ahí, huyo y trato de correr, pero me lo impiden, cierro los ojos y te vuelvo a ver, te recuerdo, me sonríes, aún me sonríes, me nombras, me abrazas, me guías.

Me preguntan por ti, las lágrimas salen por borbotones de mis ojos y no es posible controlarlas, no puedo parar, siguen saliendo, intento hablar y no puedo, mi voz se quiebra, mi voz ya no se escucha, respiro y trato de calmarme pero no es posible, tampoco puedo respirar, no sé cómo hacerlo, lo olvide, mi cuerpo necesita aire, inhalo mucho, más de lo necesario, se atora entre mis pulmones, no puedo sacar el aire y siento que necesito otro poco, necesito respirar pero no sé hacerlo, el aire entra y ya no puede salir, se atora en mi garganta, ahí está, ahí hay algo y me duele.

Quiero pedir ayudar y nadie me escucha, porque no digo nada, solo quiero gritar pero no puedo, no puedo controlar mis lágrimas, no puedo hablar, no puedo respirar, no puedo gritar. Nadie me ayuda y mi garganta sigue doliendo, nadie ve mi dolor, nadie lo siente, me rodean, me ven y me abrazan, no siento sus abrazos, no los quiero, no es lo que necesito, pero no puedo decirles.

Llevo así mucho tiempo y no puedo seguir, me desvanezco, me suelto, me caigo, me sostienen, me hablan, me miran, corren, se asustan, pienso en ti, te recuerdo, no estás, no estarás más. No pueden hacer nada, me consuelan, los ignoro, me preguntan, no respondo, no puedo, solo sé llorar, cierro los ojos y no hay nada, no recuerdo más, te has ido, me dejaste, no es posible olvidar. Te has muerto.