Por: Carlos Hugo García Guzmán

Encargado del Colectivo LGBTIQ+ Humanidades

La violencia que existe ante la diversidad sexual en las universidades es una realidad que afecta a estudiantes que sufren discriminación, acoso y agresiones por su orientación sexual o identidad de género. Esta violencia se sustenta en el patriarcado capitalista, un sistema que impone una visión heteronormativa y binaria de la sexualidad, que privilegia a los hombres sobre las mujeres y que explota a las personas más vulnerables. El patriarcado capitalista genera desigualdades sociales, económicas y políticas que limitan las oportunidades y los derechos de las personas que no se ajustan a sus normas. Además, fomenta una cultura machista, homofóbica y transfóbica qué legítima la violencia y el odio hacia la diversidad sexual.

Es necesario visibilizar y denunciar esta situación, así como promover políticas que fomenten el respeto y la inclusión ante la diversidad sexual en las universidades. Para ello, se requiere de una educación sexual integral, que aborde la sexualidad desde una perspectiva de derechos humanos, que reconozca la diversidad de identidades y expresiones sexuales y que prevenga la violencia de género. También se necesita de una legislación que proteja a las personas LGBTIQ+ de la discriminación y la violencia, que garantice su acceso a la salud, la educación, el trabajo y la participación social. Y se debe impulsar una transformación cultural, que cuestione los estereotipos y prejuicios que generan exclusión y sufrimiento, que valore la diversidad como una riqueza humana y que fomente una convivencia pacífica y solidaria.

A 45 años del aniversario de la facultad de Humanidades C-VI de la Universidad Autónoma de Chiapas, por primera vez se celebró en el marco del 17 de mayo, Día Internacional contra la Fobia LGBTIQ+, un evento con duración de 3 días, que contó con el apoyo de la encargada de Dirección María Eugenia de la Cruz y la encargada de Comisión de Género Marisol Pérez López, y junto con el Dr. Enrique Paniagua Molina director de la secretaria de Inclusión Social y Diversidad Cultural (SIS y DIC), se llevaron a cabo diversas actividades en la que las y los estudiantes de la institución pudieron participar en conversatorios, atención médica especializada en la educación sexual y eventos de diversidad sexual que marcan el inicio de un cambio para toda la comunidad. 

La Universidad Autónoma de Chiapas provee al estudiantado un espacio de género elemental dentro de cada facultad En la facultad de Humanidades, la unidad de comisión de género se encuentra en el edificio I del C-VI, y tiene como principal objetivo desarrollar acciones que permitan prevenir y atender adecuadamente toda manifestación de cualquier tipo de violencia, hostigamiento y acoso en contra de las y los integrantes de la comunidad universitaria, garantizando su integridad con base en el respeto irrestricto de los derechos humanos.

El colectivo LGBTIQ+ de la Facultad de Humanidades se formó con el principal objetivo de promover el respeto, la inclusión y la diversidad sexual en el ámbito académico y social. Este colectivo busca visibilizar las problemáticas, demandas y derechos de las personas que pertenecen a la comunidad LGBTIQ+, así como generar espacios de diálogo, reflexión y sensibilización sobre las distintas formas de expresión e identidad de género y orientación sexual. El colectivo también pretende contribuir a la formación de una cultura de paz, tolerancia y no discriminación, basada en el reconocimiento y la valoración de la diversidad humana.

La reproducción de violencia en cuestiones de género e identidad es un problema que afecta a diversos grupos sociales, al ser la universidad un espacio creado para pensar, analizar y crecer profesionalmente; sin embargo, muchas de las instituciones de educación superior siguen presentando un sistema de patriarcado capitalista donde existe notoriamente la diferencia y preferencia hacia el hombre cisgénero heterosexual, excluyendo a las mujeres, hombres y personas no binarias de la comunidad LGBTIQ+, quienes sentimos que no se realizan las actividades suficientes para que formemos profesionales que en la sociedad sean personas con tolerancia, capaces de convivir sin importar la manera en la que cada quien viva y exprese su género, identidad sexual y la orientación sexual. 

El sistema capitalista ha establecido culturalmente la idea de que el poder lo debe poseer un hombre blanco heterosexual cisgénero dominante; sin embargo, la idea se vuelve absurda, ya que en nuestro país en la cual la mayor cantidad de población proviene de diversos grupos sociales, en sociedad, lo funcional aún es el sistema que promueve discriminación. El machismo y sexismo en los hombres es una conducta muy normalizada; si un hombre hace algo se le celebra, si una mujer lo hace se le señala. La crítica solo la reservan para las mujeres, y desvalorizan su esfuerzo. La discriminación, la violencia, el acoso, la falta de oportunidades y la invisibilización de sus aportes son algunas de las formas en que el patriarcado oprime y excluye a las mujeres. Para cambiar esta situación, es necesario promover una cultura de igualdad, respeto y diversidad que reconozca y valore las capacidades y derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida.