Templo de mujer

Por: Cristel Soledad Gutiérrez Rojas

 

Edén rebosando entre rosas y espinas.

 

Recinto sagrado, 

altar consagrado,

me rezó gritando, 

sollozan cánticos tintineando.

 

Fiel a mi doctrina, 

congruente y cambiante, 

autónoma y revolucionaria, 

trascendiendo a diario, 

idealizada, 

milagrosa, 

devota adoradora.

 

Templo de mujer,

 recinto de maravillas,

 santuario incomprendido,

 destinado a ser alabado.