La luz que se apagó ayer

Por: José Manuel López Méndez

 

 

Los momentos que pasábamos juntos

eran de mucha alegría y felicidad

entre risas y alegrías las horas pasaban volando.

En tu rostro podía ver una radiante y brillante luz 

que en toda tu silueta ilumina.

Hasta que un día cuando al estar frente a ti

percibí que tu mirada ya no era igual

cada vez que el reloj iba avanzando

la luz de tu semblante se iba esfumando.

Trate de detener el tiempo

grite y le implore a Dios que no se apagara tu luz

pero mis esfuerzos fueron en vano

tu momento de transitar en este mundo había culminado

 y no pude detenerte más para tenerte a mi lado.

Me arrepiento de no haber aprovechado al máximo

cuando aún estabas conmigo

porque en ti encontraba mucha ternura y amor.

Hoy solamente puedo decir

eres la luz que se apagó ayer.