El ocaso de la magia

Yoav Itzhander Ocaña Hernández

Licenciatura en Filosofía

 

Sé que he sido duro como piquete de avispa.

Pero no es mi culpa que haya mal clima

Los dioses ya no nos tienen alta estima.

Pido perdón por el retraso

Pero ha sido duro el caso.

He peleado día a día por nuestra paz

Pero nadie me apoya y me dañan más y más.

Mis piernas pronto se romperán

Pero sigo con la ilusión de que algún día me recibirán.

Es mi castigo por romper el juramento

Pero quién iba a decir que las mentiras

romperían el pavimento.

Es mi culpa por tal atrevimiento

He sido idiota desde el primer momento.

Ya nada me importa

Las mentiras ya nadie las soporta.

De mis piernas crecieron ramas

Hasta dar frutos de mis palmas.

Cuando el espejo se rompió

Ella todo lo vio

Y la magia murió.

Su alma ya no sonrió

Murió de decepción

Al observar tanta traición.

sentado sobre la arena, sentado

contemplando el color del océano.

Y cuando veas mi silueta, avanza sin miedo

siente cómo el agua te llama y te cubre lentamente.

Como la espuma cubre tus pies, aquellos

que de niño besé.

Avanza porque habré llegado por ti,

avanza que estaré ahí.