¿Tengo qué?
Por: Ángel Cristóbal López Estrada
Me han dicho que no tengo que arreglarme para nadie.
Que no tengo que arreglarme para ver el brillo en tus ojos cuando notas el rosa artificial de mis mejillas.
Que no tengo que arreglarme para ver cómo cae tu quijada cuando me ves en mí ropa favorita.
Que no tengo que arreglarme para tentarte a jalarme del cuello o de la cintura.
Y sentir tu cálido aliento en mis labios entreabiertos preparados para recibir a los
tuyos como un huésped que esperan hace tiempo.